Trabajar y aprender… ¡Mejor en equipo!

Nuestra forma de diseñar experiencias de aprendizaje para las organizaciones tiene que ver con nuestra forma de entender las organizaciones: desde el compromiso común, implicando al grupo en las decisiones y generando espacios donde el encuentro y la experimentación son posibles. 

Tanto si formas parte de un equipo como diseñadora como si tienes responsabilidades vinculadas al liderazgo estarás de acuerdo en que el trabajo es mucho más estimulante cuando ocurren ciertas cosas. Propósitos compartidos, personas comprometidas con los objetivos, espacios en los que se puede participar en la toma de decisiones y fluye la comunicación… ¡Trabajar así es mucho mejor!

En La Nave Nodriza somos unas firmes convencidas de los equipos como base para trabajar un diseño para el cambio deseable y accionable. Equipos entendidos como un grupo de personas que se complementan y que suman más que sus partes. Katzenbach y Smith, autores de The Wisdom of Teams, lo definen mucho mejor.

“Un equipo es un pequeño número de personas con habilidades complementarias, comprometidas con un propósito común, un conjunto de metas de desempeño y un enfoque por el que se sienten solidariamente responsables. … Un equipo es más que la suma de sus partes. La esencia de un equipo es el compromiso común.” (Katzenbach and Smith, 2015).

Y, es a partir de esta idea de compromiso común y responsabilidad solidaria desde la que diseñamos experiencias de aprendizaje para numerosos y diversos grupos en diferentes organizaciones. Si el modelo tradicional de liderazgo top-down ya no nos sirve para trabajar juntas, tampoco nos parece útil a la hora de diseñar experiencias (positivas) de aprendizaje con y para las empresas. Por eso, cuándo recibimos un encargo de una organización, antes de empezar a pizarrear y abordar los contenidos y competencias que trabajará el programa que nos piden, organizamos una sesión conjunta de trabajo con todas las personas que van a tomar parte en la formación.

De forma interna en nuestra jerga nodriza hemos denominado a este taller inicial “assessment” o valoración, pero tratamos de ir siempre más allá de un diagnóstico unidireccional. Se trata de un diálogo facilitado que nos permite conocer al equipo, entender qué objetivos de aprendizaje persigue, enriquecer la propuesta inicial con las aportaciones de todas las personas y hacerlas partícipes de la experiencia de aprendizaje que van a vivir. 

A lo largo del curso 2022-2023 y con esta mirada sobre el aprendizaje en las empresas, hemos trabajado con varios grupos, con el foco especialmente puesto en equipos de diseño de alto nivel. Uno de esos equipos ha sido el Hub de Experiencia de Usuario y Diseño Digital de Repsol, formado por gentes talentosas y comprometidas que han entendido y asumido la corresponsabilidad  de su formación, y que han adoptado el aprendizaje como levadura para su transformación.

 

Aprender como equipos para trabajar como equipo

En La Nave Nodriza le dimos mucha importancia a generar un espacio seguro y un tiempo de calidad para que las personas que componen el hub de diseño pudieran conocerse mejor. Trabajando desde la formalidad de los contenidos, y la informalidad de los momentos de encuentro, el diseño de la experiencia permite que personas que trabajan juntas en el día a día se conozcan mejor, reconozcan sus fortalezas y debilidades y entiendan cómo pueden trabajar mejor juntas. 

A través de tres arcos de aprendizaje, profundizamos en la construcción de un mindset de liderazgo de diseño: desde los fundamentos de la cultura del diseño, hasta el dominio de Design Ops, pasando por la integración, gestión y visualización de datos.

Ahora con Repsol, y antes con muchas otras organizaciones de otros sectores -sociales, empresariales y académicos- seguimos poniendo en práctica esta y otras fórmulas que nos permiten trabajar y aprender, aprender y trabajar, y construir por el camino espacios para entender el diseño organizacional y los nuevos liderazgos.

“De La Nave Nodriza sales con apetito profesional y de nuevos aprendizajes”

Cuando Manu Tejero se dio cuenta de que podía convertir el diseño gráfico de entretenimiento en profesión, apostó por ello. Después de una intensa trayectoria en sus primeros años de carrera, decidió dar el viraje al Diseño de Interacción y seguir formándose en diseño de productos digitales en La Nave Nodriza. “Usuarios, interacción, tecnología… eso es lo que me interesaba”. Este ha sido su camino.

¿Cómo llegaste al diseño?

Desde pequeño me gustaron los ordenadores y trabajar con ellos. Trasteando, descubrí el diseño gráfico, Photoshop era mi entretenimiento. Cuando conocí a alguien que se dedicaba a ello profesionalmente y me di cuenta de que podía ser un trabajo, decidí enfocarme en ello. Soy de Tarazona, un pueblo de Zaragoza. Cursé Diseño Gráfico en la Escuela Superior de Diseño de Soria. A Madrid llegué para hacer unas prácticas y fue lo que me abrió los ojos a cuáles quería que fueran mis siguientes pasos profesionales.

¿Y al diseño de productos digitales?

Después de la pandemia, tuve la suerte de encontrar un trabajo en un estudio llamado Paseo. Yo hacía branding, pero allí también hacían producto digital y ese fue mi primer contacto. En la carrera apenas me habían enseñado un poco de web. Me di cuenta de lo diferente que es ese diseño del diseño de marca que había aprendido hasta entonces. Hablaban de usuarios, de tecnología, de interacción, de usabilidad… Eso era lo que me interesaba.

Estuve dos años trabajando como freelance, colaborando con una agencia de México. Fue un tiempo de mucho aprendizaje pero al cabo de dos años me sentía estancado y sin motivación. Fue en ese momento en el que decidí cambiar de aires y comenzar una formación en producto digital. Tras un tiempo de búsqueda y varias recomendaciones decidí apuntarme al curso de diseño de productos digitales de La Nave Nodriza.

¿Y lo encontraste?

Totalmente. Lo primero que me aportó ser estudiante del Programa fue un cambio de chip. Después de dos años trabajando desde casa para otro país, llegar y tener toda esa interacción humana, conocer gente que tiene las mismas inquietudes que tú y muy cerca de casa … ¡era la leche! Recuerdo ir los primeros fines de semana a clase con muchísima ilusión, no solo porque era algo que me iba a ser útil, sino también porque me lo iba a pasar muy bien.

¿Siempre viste claro que ibas a elegir el diseño de interacción?

Sentí que era lo natural, tenía sentido seguir esa trayectoria esa rama. Y tuve mucha suerte de que, en paralelo a empezar a estudiar en La Nave Nodriza, empecé a moverme para cambiar de trabajo y me llamaron para un perfil visual en Mendesaltaren. Es un estudio enfocado en productos digitales, así que estar formándome en eso era algo muy interesante. Ahora tengo un perfil híbrido, estoy en proyectos de branding y también en proyectos de producto, en algunas partes del proceso. Haber pasado por La Nave me ha hecho anclar términos y poder entender mejor esos procesos.

Tu proyecto de fin de curso, Hesty, estaba muy trabajado no solo a nivel de la interacción sino también desde un punto de vista estratégico, con un trabajo de reflexión y de investigación importante.

Es algo que he hablado con las coordinadoras: aunque hagas la especialización de Diseño de Interacción, en el Programa de Diseño de Experiencia de Usuario también puedes aprender un montón de diseño estratégico, de profes y de compañeros… En el caso de Hesty, al tener más experiencia en la parte visual, quise potenciar en mis proyectos la parte estratégica. Creo que elegir un itinerario no te excluye de poder seguir aprendiendo del otro. Y en general el curso te pone en una posición de poder seguir adquiriendo conocimiento y creciendo como profesional. Y desde luego sales con mucho apetito.

La Nave te aporta conocer gente nueva, salir de tu espacio de confort. Todas esas cosas suman, mucho más que el mero conocimiento. Si alguien se lo está pensando, le animaría rotundamente a probarlo.

“En Personas y Transformación tenemos un rol cada vez más estratégico y el diseño es crucial”

María Anes sabe mucho de formación en organizaciones: es ‘serial learner’ nodriza y ha vivido la experiencia del Curso de Diseño Estratégico. Se une a La Nave Nodriza como coordinadora del Programa de Diseño de Experiencia de Usuario, con una mirada centrada en la innovación, en las personas y en los procesos de cambio.

¿Cuál ha sido tu camino hasta el diseño?

Toda mi trayectoria profesional la he desarrollado como consultora de recursos humanos, especialmente en las áreas de Talento, Aprendizaje y Desarrollo y Transformación. Si bien estudié Psicología y me especialicé en Psicología Organizativa, comencé un Programa Ejecutivo hace algunos años en ISDI para dominar las últimas tendencias de innovación en gestión del talento y acompañar a las organizaciones en la gestión del cambio a través de las personas. Esta experiencia fue mi primera toma de contacto con el mundo del diseño. Allí descubrí nuevas formas de pensar y hacer como propone el design thinking y la agilidad.

Fue un punto importante para mí a nivel profesional porque pude aplicar inmediatamente todo lo aprendido y darme cuenta de que evidentemente se estaba dando mucha importancia a la tecnología y no la suficiente a las personas.  Con el objetivo de cuidar que esta óptica centrada en las personas no sólo no se obvie si no que se integre en todas las iniciativas, empecé un camino de aprendizaje en todo lo que tiene que ver con la innovación y los marcos ágiles, entre otros.

¿Cómo es tu día a día?

Como Business Development Manager diseño servicios y experiencias de aprendizaje en Netmind. Mi responsabilidad es entender las necesidades que tienen los clientes, que pueden ser de naturalezas muy diferentes: desde transformar la forma en la que trabaja un colectivo hasta rediseñar la experiencia de su plataforma de aprendizaje, o incluso generar conciencia del cambio en toda una organización.

Una vez se identifican esas necesidades, diseñamos y ponemos a disposición del cliente una solución ad hoc que permita ejecutar la estrategia.  Personalmente disfruto de ambas partes porque la ejecución de estos proyectos también me permite estar cerca de los equipos a la vez que cuido el diseño estratégico.

¿Diseño estratégico o de interacción?

Depende del escenario en el que nos encontremos. Si en nuestro día a día se nos presentan retos complejos que nos demandan explorar el contexto, tener más presente la visión completa de los objetivos del proyecto, entender las variables que influyen en él así como las limitaciones de la tecnología, tiene sentido que pongamos más foco en una dimensión estratégica.

Sin embargo, si el proyecto está en una fase en la que la definición de éxito es entregar un prototipo funcional donde la implementación de la marca a nivel de diseño visual, o la consideración de los dispositivos para los que se diseña, es lo más crítico, entonces tendrá más sentido trabajar y entrenarte en una dimensión más táctica propia del diseño de interacción.

Aun así, más allá de los retos profesionales lo más importante para mí es disfrutar haciendo la parte del proceso que más te gusta, que más va contigo y creo que no hay mejor respuesta que esa.

¿A quién te gustaría tener como grumete en el curso?

Igual la pregunta es, ¿a quién no? Al fin y al cabo el diseño es transversal y con independencia de tu perfil profesional o sector en el que trabajes esta experiencia va a enriquecer no sólo lo que haces, también desde qué lugar lo haces y con o para quién lo haces.

No obstante, sí me gustaría ver a más personas de people & culture, porque estamos transformando la manera de hacer de las empresas y creo que el diseño es crucial. Todo esto va de poner a las personas en el centro, y las herramientas del diseño son las que te permiten tangibilizarlo.

¿Qué es lo que más te apetece de empezar el curso?

Me apetece vivir la experiencia desde otro punto de vista. Ver el cambio que yo viví en otras personas, trasmitir mi pasión por el diseño a otros profesionales, ver proyectos nuevos que puedan surgir a lo largo del programa, acompañarles en el proceso, aprender… Me apetece todo y que todo esto vaya a ocurrir en La Nave Nodriza más.
Desde que llegara aquí en 2019 siempre he considerado que pasar por La Nave Nodriza es necesario, y es un regalo.

¿En qué está María Anes cuando no está en el trabajo?

Disfrutando del arte en su amplia definición, viajes y deporte con mis amigos y mi familia. También estoy impulsando un proyecto personal, Kana. Un sistema de participación comunitaria, integrado en la atención primaria, que promueve la salud y el bienestar, que resultó precisamente de mi trabajo del tercer arco cuando fui estudiante del Programa de Experiencia de Usuario.