“Como researcher, me gusta ser altavoz de quienes a priori no están representados en el diseño”

Verónica Reyero es una antropóloga fascinada por la aplicación de su disciplina a la tecnología prácticamente desde que se licenció. Compagina su trabajo para agencias y empresas de producto con la docencia, se ha especializado en salud y medioambiente y conoce el impacto real que puede tener una investigadora en el modelado del mundo que conocemos. Ahora se incorpora al equipo docente del Curso de UX Research.

¿Cómo llegaste al UX Research?

Me formé en Antropología social y cultural, una carrera que te enamora y te acerca al entendimiento del ser humano y sus culturas, pero que en España no está muy enfocada a lo aplicado. Sabes hacer entrevistas, historias de vida, informes, pero no sabes bien qué salidas profesionales puede haber para todo eso. Así que con otros colegas empezamos Antropología 2.0, que empezó como una plataforma desde la que curábamos todo lo que se publicaba en inglés sobre antropología aplicada al ámbito empresarial y lo traducíamos al español. Así fue como me acerqué a las antropólogas de EEUU que trabajaban en tecnología: Genevieve Bell, Sarah Pink, Dory Tunstall…. Nadie en la carrera me había hablado de estas antropólogas ni de la interacción humano-tecnología y me parecía totalmente novedoso, captó mi atención y eso me llevó al UX Research.

Al principio, mi entendimiento de la investigación para UX era superficial, trabajaba mucho en evaluación de interfaces y no tanto en una exploración profunda de las personas. Luego, cuando Antropología 2.0 se convirtió en una agencia de investigación etnográfica, vi que podía casar las dos partes y podía plantear diferentes tipos de enfoques. Llegaron oportunidades de trabajar en estudios cualitativos con grandes marcas y productos – Uber, Orange, Decathlon, Colacao – aplicar ritmos lentos, conocer muchos equipos… una suerte.

¿Y a La Nave Nodriza y la docencia?

La Nave Nodriza no existía cuando empecé en esto, pero en los últimos años ha sido una referencia. Con la docencia estoy muy familiarizada, porque desde Antropología 2.0, con nuestra misión de profesionalizar la antropología, hemos trabajado con muchas universidades con todo tipo de talleres, hemos mentorizado a estudiantes… Hasta creamos nuestra propia plataforma de aprendizaje en remoto, Umanyx, con cursos super pioneros como el primero curso en español de Antropología Empresarial que han hecho ya cientos de personas. Además soy docente para profesionales de otras disciplinas relacionadas con el mundo de los negocios o el liderazgo en IE Business School.

¿Para quién es el UX Research? ¿Solo para diseñadores?

Para nada. Creo que hay muchos profesionales que se benefician de entender la Experiencia de Usuario, su investigación y su diseño. Antes era común hacer una carrera y seguir un camino lineal, y ahora ya no tiene por qué ser así. Es más importante lo que hayas hecho en los últimos 5 años, qué cosas nuevas has aprendido, has hecho y te interesan, y cómo encajan con tu siguiente paso.

Para Product Managers, CPOs, o personas emprendedoras, tener una visión genérica del UX Research puede ser suficiente para ayudarles a entender a su publico objetivo, cuál es la experiencia de consumidores y usuarias. Con un entendimiento básico podrán también reconocer a un buen profesional cuando decidan ampliar equipo y contar un UX Researcher para que haga el trabajo en profundidad. Y luego habrá otras personas que deseen ahondar más, entender las técnicas en profundidad, ver en qué contexto tienen sentido y para qué, y en este curso podrán desarrollar ese sentido crítico.

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo como UX Researcher?

Hacer de altavoz para voces que a priori no están muy representadas dentro de la organización, especialmente grupos de usuarios a los que se tiene menos en cuenta. Por ejemplo, todo lo que tiene que ver con accesibilidad. Sobre todo, “me pone” ver cuando los insights de un estudio pueden hacer cambiar la dirección de un proyecto. Además, a veces tienes la suerte de ver cómo todo se ha materializado, y eso es una gran motivación. A veces pienso que todo el mundo ha sido modelado por el ser humano, todo lo que vemos a nuestro alrededor ha sido diseñado por las personas. Alguien, en un momento dado, se imaginó que eso era así. Y me flipa ser parte de eso.

“Hay que tener herramientas y la visión crítica para saber cómo y cuándo usarlas”

Retrato de Juliana Iglesias
Con formación en psicología y pasión por la tecnología, Juliana Iglesias formó parte del movimiento OpenSource en Brasil y dio el paso al diseño de productos digitales cuando llegó a España. Era inevitable que la disciplina del UX Research se cruzara en su camino profesional y docente. Este es su recorrido.

¿Cómo llegaste al UX Research?

La historia es larga… Soy psicóloga y me especialicé en recuperación de toxicómanos en Brasil -el país donde nací- en un hospital público. También trabajé como asistente para la investigación académica, con personas que hacían sus masters o doctorados. Y en paralelo, siempre me llamó mucho el Open Source. Hablamos de 2003-2004, cuando nadie tenía smartphones y no se accedía a la tecnología igual que hoy. Entré en contacto con los programas para acercar data centers a las favelas para democratizar la tecnología del Ayuntamiento de Porto Alegre, y eso me abrió ese mundo, donde fui voluntaria en muchos foros. Así que cuando llegué a España, sin poder convalidar mi título de Psicóloga para trabajar como colegiada, uní esos dos mundos y me acerqué al UX y, más concretamente, al research, que unía esas dos facetas profesionales.

¿Y a La Nave Nodriza?

Cuando llegué a Madrid La Nave siempre estuvo allí. Fui voluntaria del 4×10, algunas se hacían en La Nave, conocía a Isa Ludita, hice algunos talleres… siempre he estado cerca de la comunidad. Fui profe en los grandes cursos, y luego pusimos en marcha el curso de UX Research. Ya había dado clases y mentorías en la universidad en Brasil, de donde traía ese gusto por enseñar.

¿Cuál es tu momento favorito de una investigación?

Me gusta mucho el trabajo de campo, entender en el contexto cómo está trabajando la gente, sentarme con ellos, no tener un guion muy estructurado, establecer una conversación para entender a la otra persona. Ahora con la investigación en remoto, se hace menos, pero igualmente te las apañas para hacerlo. Por ejemplo, en uno de mis últimos trabajos, tenía que trabajar con mecánicos que no es precisamente gente que está todo el día delante del ordenador. Y usamos whatsapp para hacerles preguntas, nos mandaban vídeos de cómo trabajaban, y así logramos testear el piloto en plena pandemia.

Esa es otra que cosa que me gusta. Saber que tienes el cinturón de Batman con un montón de herramientas, y pensar cuál es la que más te sirve en una situación, o cómo adaptarla a ella. Para ser UX researcher hay que tener mucho pensamiento crítico, entender que no todo sirve en cada momento, tienes que esforzarte para entender qué es lo que el cliente quiere entender, pensar en el problema. Es ese pensamiento crítico en el que hacemos mucho hincapié en el curso. Porque para aprender a hacer una entrevista, o un diario de uso, hay cientos de artículos en Medium, pero la visión crítica se aprende de otra manera.

¿Qué cualidad tiene que traerse la UX Researcher en el cinturón?

Lo más importante es la curiosidad. Saber escuchar de manera abierta, activa, a la hora de hacer una entrevista, entender el problema, las necesidades y modelos mentales de la otra persona; todas venimos con un bagaje de sesgos, damos muchas cosas por sentado que nos pueden hacer perdernos todo lo que hay detrás si la primera respuesta confirma nuestros sesgos y no seguimos haciendo preguntas. En esto, el background de las humanidades te ayuda, pero no es necesario, porque en el arranque del curso, cada estudiante hace un mapa de sus habilidades profesionales y humanas y eso nos sirve de punto de partida. Por el curso han pasado frontenders, diseñadores de producto o gráfico, muchos perfiles diferentes. Vamos ya por la 7ª edición del Curso de UX Research en La Nave y todos los años iteramos el curso, porque todos los años estos perfiles nos hacen cuestionarnos cosas.

¿Qué es lo que más te motiva en tu trabajo como UX Research?

Recientemente he trabajado en muchos proyectos de sostenibilidad, mano a mano con científicos, por ejemplo, trabajando en un proyecto de análisis de riesgo de impacto climatico a bienes y activos, y a capital natural. Es un nicho, pero es muy apasionante. También trabajé con mecánicos y automoción y me encantó porque son profundamente apasionados de su trabajo, y era fascinante entender cómo ‘hackeaban’ el sistema, mejoraban los workflow, hacían suyas las herramientas. Lo bueno del research es que independientemente de la industria, siempre encuentras una motivación.

“Si tienes una idea increíble, merece la pena trabajar para comunicarla mejor”

Lorena Silvestri ha sido muchas cosas: actriz, docente, emprendedora social, formadora sobre comunicación y cofundadora de .jes, estudio, escuela y laboratorio de activación del cambio… Ha colaborado con organizaciones sociales, ha sido parte de la comunidad de TEDx durante 10 años y ha acompañado a jóvenes speakers a encontrar su mensaje y su voz. Storyteller, experta en comunicar ideas, diseñadora de experiencias de aprendizaje… y ahora facilitadora del Fundamentos de Comunicación Significativa en La Nave Nodriza.

Tu negocio es el de contar historias. ¿Nos cuentas la tuya?

Eso es un golpe bajo, ¿eh? Fíjate, yo antes siempre empezaba mis talleres contando mi historia, pero lo dejé de hacer. Porque si dices que llevas 20 años haciendo esto, la gente se pone muy nerviosa, pero la realidad es que todas las personas cuentan historias.

Pero tú sentías una urgencia especial por hacerlo…

Creciendo en Venezuela, a diferencia de las personas que crecieron en Europa, es siempre muy evidente la necesidad de transformación social: esa cosa tan obvia de que el mundo no está bien repartido.
De pequeñita siempre tenía en la cabeza la necesidad de hacer algo para que las cosas cambiaran, pero no tenía las herramientas para hacerlo. Hasta que a los 14 años fui por primera vez a una obra de teatro y descubrí que eso me encantaba, y que subirme a un escenario, hablar delante de 400 personas y que todas te escuchen, te aplaudan o te comenten es mi superpoder.

Nos han dicho que tú tienes otro superpoder, que es ayudar a las personas a que consigan comunicar su idea de manera efectiva cuando hablan en público. ¿Cuál es la pócima secreta?

La respuesta corta sería que llevo mucho tiempo pensando en cuál es la mejor forma de aprender esto, y en ese sentido yo también soy diseñadora de experiencias de aprendizaje.

En un cierto momento de mi vida, trabajé en un centro de estimulación temprana, trabajando con bebés, niñas y niños, familias, cuidadoras… Allí empezó mi amor por esto: la idea de que, cuando tú enseñas, no enseñas para cumplir tu programa educativo, tú enseñas para perseguir el propósito y lo que quiera aprender y explorar quien participa de tu clase o taller.

Este taller es el resultado de mi obsesión por mezclar esto con la comunicación y de haber acompañado a muchas personas a prepararse para comunicar su idea en público, de diez años de probar ejercicios y mejorarlos hasta saber qué tienes que hacer para conseguir ese resultado.

Has diseñado con La Nave Nodriza los Fundamentos de Comunicación Significativa. ¿Qué crees que trae a la gente a un taller enfocado en las narrativas y en la comunicación oral?

Normalmente la gente dice: es que hablar en público se me da fatal. O tiene miedo, que puede manifestarse de muchas formas: me quedo parada, me suda la oreja izquierda… Afrontar ese miedo es una de las razones que trae a la gente a un taller para mejorar la forma de presentar proyectos ante una audiencia.

La otra razón, tal vez menos explícita, pero que conecta con el propósito de lo que hacemos como profesionales, es que todas tenemos cosas importantes que comunicar, y nos frustra sentir la imposibilidad de hacerlo. Si yo tengo un proyecto increíble, una idea relevante para el mundo, mi empresa o mis compañeros de clase, merece la pena trabajar en ello.

Todos tenemos algo que decir, lo que es importante es trabajar en cómo empaquetarlo y sacarlo a la luz, para conseguir la atención de las personas, que sea relevante y se comprenda.

¿De verdad en un día puedo mejorar mi forma de hablar en público?

Te diría que lo más interesante es que la comunicación tiene dos niveles. El primero es muy agradecido y te permite mejorar de manera inmediata, porque esto es una disciplina que tiene muchos tips y trucos, los que usan actores y actrices, presentadores y oradoras.

Llevamos años entrenando cómo hablar en público pero “los simples mortales”, es decir, la gente que no se dedica a estas profesiones o nunca ha hecho este tipo de cosas como hobby, no tiene acceso a esa información.

Luego siempre hay otras cosas más profundas, que necesitan entrenarse en el largo plazo, y que se pueden trabajar: con más talleres, apuntándote a hacer teatro o hablando con tu terapeuta 😉.

En este Fundamentos vamos a trabajar los primeros pasos y vamos a ver los primeros resultados.

Este taller, ¿es apto para personas tímidas?

Sí, porque una de las cosas importantes de la metodología y de nuestra manera de trabajar es crear un espacio seguro para todas las personas, donde cada una trabaja y participa desde donde quiere y desde donde puede. En el taller nada es obligatorio, todo es opcional, pero puedo decirte que en el 99,9% de los casos todo el mundo se anima a participar.