El portfolio es una poderosa herramienta para recoger, estructurar y poner en valor nuestro trabajo para mostrarlo a clientes, empresas, colegas… También es un ejercicio de creatividad personal, nos da la posibilidad de expresar nuestra identidad personal y profesional. Y, además, nos permite reflexionar y tomar consciencia sobre nuestra trayectoria, progresos, cambios y aprendizajes.
Tu portfolio no debería ser un álbum de cromos, sino contar quién eres, cómo trabajas y, por supuesto, también los resultados y el impacto que genera tu trabajo. Por eso, en este taller te proponemos trabajar siguiendo cuatro pasos.
Currículum y portfolio: entender la diferencia entre ambas herramientas y tomar decisiones sobre qué incluir en cada soporte.
Reflexionar: para saber en qué empresas o proyectos quieres trabajar y enfocarte en estos.
Idear: para seleccionar los procesos y proyectos que elaboran tu relato como profesional y que cuentan quién eres y hacia dónde quieres proyectarte.
Compartir: revisaremos juntas las ideas de cada participante, teniendo en cuenta distintas miradas: diseñadoras, personal de selección, clientes, y otros agentes clave.