“Si tienes una idea increíble, merece la pena trabajar para comunicarla mejor”

Tu negocio es el de contar historias. ¿Nos cuentas la tuya?
Eso es un golpe bajo, ¿eh? Fíjate, yo antes siempre empezaba mis talleres contando mi historia, pero lo dejé de hacer. Porque si dices que llevas 20 años haciendo esto, la gente se pone muy nerviosa, pero la realidad es que todas las personas cuentan historias.
Pero tú sentías una urgencia especial por hacerlo…
Creciendo en Venezuela, a diferencia de las personas que crecieron en Europa, es siempre muy evidente la necesidad de transformación social: esa cosa tan obvia de que el mundo no está bien repartido.
De pequeñita siempre tenía en la cabeza la necesidad de hacer algo para que las cosas cambiaran, pero no tenía las herramientas para hacerlo. Hasta que a los 14 años fui por primera vez a una obra de teatro y descubrí que eso me encantaba, y que subirme a un escenario, hablar delante de 400 personas y que todas te escuchen, te aplaudan o te comenten es mi superpoder.
Nos han dicho que tú tienes otro superpoder, que es ayudar a las personas a que consigan comunicar su idea de manera efectiva cuando hablan en público. ¿Cuál es la pócima secreta?
La respuesta corta sería que llevo mucho tiempo pensando en cuál es la mejor forma de aprender esto, y en ese sentido yo también soy diseñadora de experiencias de aprendizaje.
En un cierto momento de mi vida, trabajé en un centro de estimulación temprana, trabajando con bebés, niñas y niños, familias, cuidadoras… Allí empezó mi amor por esto: la idea de que, cuando tú enseñas, no enseñas para cumplir tu programa educativo, tú enseñas para perseguir el propósito y lo que quiera aprender y explorar quien participa de tu clase o taller.
Este taller es el resultado de mi obsesión por mezclar esto con la comunicación y de haber acompañado a muchas personas a prepararse para comunicar su idea en público, de diez años de probar ejercicios y mejorarlos hasta saber qué tienes que hacer para conseguir ese resultado.
Has diseñado con La Nave Nodriza los Fundamentos de Comunicación Significativa. ¿Qué crees que trae a la gente a un taller enfocado en las narrativas y en la comunicación oral?
Normalmente la gente dice: es que hablar en público se me da fatal. O tiene miedo, que puede manifestarse de muchas formas: me quedo parada, me suda la oreja izquierda… Afrontar ese miedo es una de las razones que trae a la gente a un taller para mejorar la forma de presentar proyectos ante una audiencia.
La otra razón, tal vez menos explícita, pero que conecta con el propósito de lo que hacemos como profesionales, es que todas tenemos cosas importantes que comunicar, y nos frustra sentir la imposibilidad de hacerlo. Si yo tengo un proyecto increíble, una idea relevante para el mundo, mi empresa o mis compañeros de clase, merece la pena trabajar en ello.
Todos tenemos algo que decir, lo que es importante es trabajar en cómo empaquetarlo y sacarlo a la luz, para conseguir la atención de las personas, que sea relevante y se comprenda.
¿De verdad en un día puedo mejorar mi forma de hablar en público?
Te diría que lo más interesante es que la comunicación tiene dos niveles. El primero es muy agradecido y te permite mejorar de manera inmediata, porque esto es una disciplina que tiene muchos tips y trucos, los que usan actores y actrices, presentadores y oradoras.
Llevamos años entrenando cómo hablar en público pero “los simples mortales”, es decir, la gente que no se dedica a estas profesiones o nunca ha hecho este tipo de cosas como hobby, no tiene acceso a esa información.
Luego siempre hay otras cosas más profundas, que necesitan entrenarse en el largo plazo, y que se pueden trabajar: con más talleres, apuntándote a hacer teatro o hablando con tu terapeuta 😉.
En este Fundamentos vamos a trabajar los primeros pasos y vamos a ver los primeros resultados.
Este taller, ¿es apto para personas tímidas?
Sí, porque una de las cosas importantes de la metodología y de nuestra manera de trabajar es crear un espacio seguro para todas las personas, donde cada una trabaja y participa desde donde quiere y desde donde puede. En el taller nada es obligatorio, todo es opcional, pero puedo decirte que en el 99,9% de los casos todo el mundo se anima a participar.