“Si tienes una idea increíble, merece la pena trabajar para comunicarla mejor”

Lorena Silvestri ha sido muchas cosas: actriz, docente, emprendedora social, formadora sobre comunicación y cofundadora de .jes, estudio, escuela y laboratorio de activación del cambio… Ha colaborado con organizaciones sociales, ha sido parte de la comunidad de TEDx durante 10 años y ha acompañado a jóvenes speakers a encontrar su mensaje y su voz. Storyteller, experta en comunicar ideas, diseñadora de experiencias de aprendizaje… y ahora facilitadora del Fundamentos de Comunicación Significativa en La Nave Nodriza.

Tu negocio es el de contar historias. ¿Nos cuentas la tuya?

Eso es un golpe bajo, ¿eh? Fíjate, yo antes siempre empezaba mis talleres contando mi historia, pero lo dejé de hacer. Porque si dices que llevas 20 años haciendo esto, la gente se pone muy nerviosa, pero la realidad es que todas las personas cuentan historias.

Pero tú sentías una urgencia especial por hacerlo…

Creciendo en Venezuela, a diferencia de las personas que crecieron en Europa, es siempre muy evidente la necesidad de transformación social: esa cosa tan obvia de que el mundo no está bien repartido.
De pequeñita siempre tenía en la cabeza la necesidad de hacer algo para que las cosas cambiaran, pero no tenía las herramientas para hacerlo. Hasta que a los 14 años fui por primera vez a una obra de teatro y descubrí que eso me encantaba, y que subirme a un escenario, hablar delante de 400 personas y que todas te escuchen, te aplaudan o te comenten es mi superpoder.

Nos han dicho que tú tienes otro superpoder, que es ayudar a las personas a que consigan comunicar su idea de manera efectiva cuando hablan en público. ¿Cuál es la pócima secreta?

La respuesta corta sería que llevo mucho tiempo pensando en cuál es la mejor forma de aprender esto, y en ese sentido yo también soy diseñadora de experiencias de aprendizaje.

En un cierto momento de mi vida, trabajé en un centro de estimulación temprana, trabajando con bebés, niñas y niños, familias, cuidadoras… Allí empezó mi amor por esto: la idea de que, cuando tú enseñas, no enseñas para cumplir tu programa educativo, tú enseñas para perseguir el propósito y lo que quiera aprender y explorar quien participa de tu clase o taller.

Este taller es el resultado de mi obsesión por mezclar esto con la comunicación y de haber acompañado a muchas personas a prepararse para comunicar su idea en público, de diez años de probar ejercicios y mejorarlos hasta saber qué tienes que hacer para conseguir ese resultado.

Has diseñado con La Nave Nodriza los Fundamentos de Comunicación Significativa. ¿Qué crees que trae a la gente a un taller enfocado en las narrativas y en la comunicación oral?

Normalmente la gente dice: es que hablar en público se me da fatal. O tiene miedo, que puede manifestarse de muchas formas: me quedo parada, me suda la oreja izquierda… Afrontar ese miedo es una de las razones que trae a la gente a un taller para mejorar la forma de presentar proyectos ante una audiencia.

La otra razón, tal vez menos explícita, pero que conecta con el propósito de lo que hacemos como profesionales, es que todas tenemos cosas importantes que comunicar, y nos frustra sentir la imposibilidad de hacerlo. Si yo tengo un proyecto increíble, una idea relevante para el mundo, mi empresa o mis compañeros de clase, merece la pena trabajar en ello.

Todos tenemos algo que decir, lo que es importante es trabajar en cómo empaquetarlo y sacarlo a la luz, para conseguir la atención de las personas, que sea relevante y se comprenda.

¿De verdad en un día puedo mejorar mi forma de hablar en público?

Te diría que lo más interesante es que la comunicación tiene dos niveles. El primero es muy agradecido y te permite mejorar de manera inmediata, porque esto es una disciplina que tiene muchos tips y trucos, los que usan actores y actrices, presentadores y oradoras.

Llevamos años entrenando cómo hablar en público pero “los simples mortales”, es decir, la gente que no se dedica a estas profesiones o nunca ha hecho este tipo de cosas como hobby, no tiene acceso a esa información.

Luego siempre hay otras cosas más profundas, que necesitan entrenarse en el largo plazo, y que se pueden trabajar: con más talleres, apuntándote a hacer teatro o hablando con tu terapeuta 😉.

En este Fundamentos vamos a trabajar los primeros pasos y vamos a ver los primeros resultados.

Este taller, ¿es apto para personas tímidas?

Sí, porque una de las cosas importantes de la metodología y de nuestra manera de trabajar es crear un espacio seguro para todas las personas, donde cada una trabaja y participa desde donde quiere y desde donde puede. En el taller nada es obligatorio, todo es opcional, pero puedo decirte que en el 99,9% de los casos todo el mundo se anima a participar.

Diseño para el Cambio

Diseño para el cambio
Las empresas precisan adaptarse a un entorno cambiante, y las personas que trabajamos en ellas necesitamos desarrollar habilidades para facilitar y sostener la transformación. El diseño, con su capacidad de moverse entre lo estratégico y lo operativo, es la base ideal desde la que abordar el cambio y construir empresas más humanas y comprometidas.

En los últimos años, el diseño ha adquirido cada vez más relevancia en las organizaciones, pasando “de la cabina del avión al Consejo de Administración”. Ahora que las profesiones del diseño se consideran roles críticos dentro de la empresa, tenemos una oportunidad única para aplicar el diseño desde su potencial transformador.

Si sumamos a esta realidad la falta de afinidad con los modelos tradicionales de liderazgo y de empresa, surge la oportunidad de explorar nuevas formas de relacionarnos y organizarnos profesionalmente. La oportunidad de romper con modelos obsoletos y convertirnos en nuevos referentes de culturas corporativas más inclusivas y sostenibles, que tienen en cuenta los cuidados, la innovación ética y el establecimiento de nuevos contornos a partir de nuestros propios valores.

Este tema nos resulta especialmente interesante en La Nave Nodriza, y le dedicamos abundantes reflexiones y aprendizajes, que englobamos bajo el marco del Diseño para el Cambio.

Nuevos roles profesionales, nuevas preguntas  

Llevamos más de una década acompañando en su evolución profesional a muchas personas que han pasado a desempeñar labores de gestión de equipos, proyectos, departamentos o incluso organizaciones. La sensibilidad hacia las necesidades de estas personas es la que nos ha llevado a repensar los roles de liderazgo sin renunciar a nuestra autenticidad. 

¿Cómo nos adaptamos a nuevas situaciones profesionales en las que nuestro rol pasa por liderar equipos? ¿Cómo podemos hacer que esos equipos sean más diversos? ¿Qué métodos y herramientas podemos utilizar para no perpetuar entornos de competición, autopromoción y relaciones de poder? Y, sobre todo, ¿cómo nos enfrentamos a estos nuevos retos en medio de la presión por los resultados, el temor a los despidos, nuestras propias inseguridades o nuestras creencias limitantes? 

El Diseño para el Cambio es nuestra propuesta de experiencias de aprendizaje ante todas estas preguntas, que se enraízan en el mundo del diseño pero que son valiosas para cualquier sector profesional donde la innovación sea un valor transversal. 

Construir los nuevos liderazgos

Cuando abordamos el cambio desde la perspectiva del diseño, la propuesta es poner en el centro a las personas que conforman nuestros equipos. Y eso empieza por nosotras mismas, conectando el propósito personal y el entorno profesional.

Este paso inicial es necesario para reconocer las claves del cambio y poder facilitar y sostener la transformación que queremos que ocurra en nuestra carrera, en nuestras prácticas, nuestra manera de entender el diseño, o en nuestras organizaciones. 

Desde La Nave acompañamos este proceso personal a través de diversos programas: 

  • Diseñar desde Dentro, una experiencia inmersiva en la naturaleza, donde el centro de la transformación es la persona. Este verano iteramos en su tercera edición, de la mano del colectivo MeWeAll.
  • En Los Nuevos Liderazgos, invitamos junto a Esther Blázquez a reflexionar con el propio equipo o con otros profesionales sobre las narrativas obsoletas del liderazgo as usual, y a construir otras nuevas.
  • En el Laboratorio de Diseño y Género colaboramos con Diseño y Diáspora para explorar la disciplina del diseño desde un enfoque inclusivo y feminista.
  • La propuesta más reciente es Habilidades Humanistas para Entornos Profesionales, una alianza con Olga Inés y Almudena Mestre para acompañar desde el Counselling Humanista a personas y organizaciones a encontrar el bienestar y afrontar las dificultades inherentes a los procesos de cambio.

Herramientas para reimaginar las organizaciones

La evolución profesional y la adquisición de nuevas habilidades en los equipos son la base sobre la que se apoyan las organizaciones para adaptarse a un entorno cambiante, imaginar soluciones a problemas complejos o reaccionar frente a la incertidumbre.

Las herramientas del diseño tienen mucho que aportar en las nuevas culturas organizacionales, partiendo de la escucha empática y la creación de espacios de confianza para poder desarrollar relaciones más humanas, acogedoras y comprometidas con la sociedad y el bienestar de las personas. 

A partir de esta manera de construir organización, desde la cultura del diseño, llevamos tiempo colaborando con profesionales que nos permiten inspirarnos, dialogar y prototipar propuestas que enriquecen La Nave Nodriza como estructura y también nuestra oferta formativa: 

  • Fundamentos de Diseño Organizacional, un taller guiado por Joumana Mattar para explorar maneras respetuosas de acompañar la transformación de las organizaciones. 
  • Los Talleres de Facilitación de Procesos de Diseño y de Reuniones de Trabajo, que imparte Jesús Carreras y que amplían nuestra caja de herramientas y nuestro corazón.
  • Recuperamos los Fundamentos de Comunicación Significativa de la mano de Lorena Silvestri, sabedoras de la importancia de transmitir ideas, valores y decisiones de manera efectiva.
  • Y tenemos otras propuestas en el horno, basadas en el aprendizaje entre pares, que pronto podremos presentar.

En La Nave Nodriza somos conscientes de que existe un deseo de relacionarse de manera distinta dentro de las empresas, una necesidad de reforzar las organizaciones con este tipo de habilidades, y queremos contribuir al cambio desde nuestra experiencia como organización y nuestra oferta formativa.

Es una suerte que la comunidad nodriza nos traiga siempre nuevas inquietudes, porque son el impulso el que nos mueve a buscar juntas respuestas que nos permiten, como escuela, aportar un enfoque humano al sector digital.  

LXD, qué es y cómo empezar a practicarlo

Una mujer joven coloca un postit en una pizarra blanca, con el brazo extendido, al fondo otra mujer joven observa el instante
En La Nave Nodriza aplicamos la mentalidad de diseño para crear y facilitar experiencias de aprendizaje centradas en las personas. En esta práctica encontramos excelentes autoras que nos  inspiran para cambiar la forma de enfrentarnos a  la “página en blanco” de nuestras formaciones.

LXD son las siglas en inglés de Learning Experience Design. Y sí, de entrada puede parecer una forma cool de llamar a profes, diseñadoras instruccionales y otro tipo de perfiles profesionales relacionados con la formación.

Hilary McLellan, pionera en el empleo de las nuevas tecnologías en el ámbito del aprendizaje organizacional, ya había puesto por escrito, allá por 2002, algunas de las oportunidades que el diseño de experiencias abría para el contexto educativo. 

Hackear el Syllabus para innovar, esto va de poner a las personas en el centro

El Diseño de Experiencias de Aprendizaje consiste en cambiar las lentes con las que nos enfrentamos a la elaboración de programas formativos. Dejar de centrarse en los temas, contenidos y actividades, y poner en el centro a las personas que van a vivir en primera persona la experiencia de aprendizaje. 

Decirlo es fácil, pero ponerlo en marcha es un proceso exigente que requiere de altas dosis de confianza creativa y de reflexión propia y con el equipo. Y sobre todo, no perder de vista a las personas participantes durante todo el proceso, tanto antes, como durante la experiencia y, ya para nota, también después.

Esta aproximación no debería sonar como algo nuevo para quienes se dedican profesionalmente al diseño, pero para quienes vienen del ámbito de la educación, puede ser una aproximación radicalmente distinta. Un cambio de foco que rompe radicalmente con las convenciones más arraigadas en el mundo de la educación, y que nos ayuda a crear contextos de aprendizaje eficaces e innovadores

Vale, me has convencido. Ahora, ¿cómo comenzamos a practicar el Diseño de Experiencias de Aprendizaje?

Para empezar, necesitamos tener claro cuáles son los principios que van a guiar nuestro trabajo. Como es una tarea algo intrincada, nuestra recomendación es dejarse guiar por Charlotte Burgess, una crack que lleva muchos años definiendo procesos de diseño y construyendo comunidad en la d.school de Stanford, y que ha escrito una guía muy clara y práctica: You need a manifesto: How to Craft Your Convictions and Put Them to Work (Stanford, 2022). 

el índice de "Why you need a manifesto"

El índice de «Why you need a manifesto»

El proceso que describe consiste en dos pasos fundamentales: recolectar inspiración a través del trabajo de otras personas, creando una colección propia de materiales y fuentes que te resuenan, y a continuación darle una estructura interna que ayude a tenerlo siempre presente. Puede ser un poster, un fondo de pantalla, una tarjeta plastificada, o un imán en la nevera. 

En La Nave Nodriza, estos son algunos principios que orientan nuestra actividad. Recurrir a ellos nos ayuda a dar forma a nuestra vocación de facilitar el desarrollo de competencias que son imprescindibles para el trabajo en equipos y proyectos digitales: 

  • Concebimos el aprendizaje como un viaje que aborda lo emocional y lo racional para provocar un cambio.
  • Exploramos de manera constante cómo generar espacios seguros para el aprendizaje.
  • Nutrimos las experiencias y las iteramos en cada edición a partir de las opiniones de las personas participantes (estudiantes y docentes).
  • Entendemos que el aprendizaje tiene que ser un proceso positivo, significativo y flexible.
  • Consideramos el grupo de iguales como un elemento determinante en el aprendizaje de cada individuo. 

Pero cada organización, cada espacio de aprendizaje, cada equipo, puede elegir los suyos. Nos encantaría que nos compartieras los tuyos.