El prototipado te da alas

¿Puede que Nieves Ábalos fuera una de las primeras personas en España que habló con Alexa? Apostamos por ello. Esta profesional de perfil multidisciplinar, Ingeniera informática por la Universidad de Granada, siempre ha estado interesada en la Inteligencia Artificial, las tecnologías del habla, las interfaces de voz y sus aplicaciones. Fundadora de Monoceros Labs, desde donde crea aplicaciones para Amazon Alexa y Google Assistant, es la profesora de nuestro Taller de Prototipado de Interfaces Conversacionales. 

Con ella hablamos de por qué este paso del proceso de diseño tiene tanta importancia en las interfaces de voz y chatbots, y por qué puede ayudar tanto a quienes tienen experiencia como a quienes dan sus primeros pasos en el mundo del diseño conversacional. 

El taller empieza por lo básico: cómo nos entienden y cómo nos responden las máquinas. ¿Qué es lo que más nos cuesta comprender a los humanos sobre cómo hablan las máquinas?

Lo que más nos cuesta es entender qué hay debajo de la máquina, los procesos, los algoritmos que hacen que nos entienda. 

En una primera experiencia con una de las interfaces de voz, lo habitual es precisamente que no nos entiendan. Una persona usuaria se pregunta qué es lo que estamos haciendo mal. Nosotras usamos ese punto de partida para entender los modelos sobre los que trabajamos y cuáles son las limitaciones de máquina: empezamos por ver qué falla, para luego pasar a lo que sí que funciona, porque como diseñadores de interfaces, nuestro nuestro objetivo es resolver con diseño las limitaciones que tiene la tecnología a día de hoy”.

 Hablaste por primera vez con Alexa hace seis años. ¿Qué te dijo? ¿Y cómo ha cambiado nuestra manera de usar las interfaces de voz desde entonces?

Es verdad que hace seis años que probé por primera vez ese asistente virtual, pero yo ya tenía un conocimiento previo: en mi proceso vital siempre he estado vinculada a las interfaces conversacionales o sistemas de diálogo: mi trabajo de final de carrera fue sobre un sistema que, mediante voz, simulaba encender o apagar electrodomésticos. Imagina mi sorpresa cuando descubrí que Alexa ya podía hacer eso y mucho más. 

Me sorprendió, por una parte, ver lo mucho que había avanzado la tecnología en tan poco tiempo. Y lo primero que hice fue analizar por qué no me entendía: por mi acento español en inglés, porque el ruido hacía que fallara el reconocimiento de voz, o porque no podía darme una respuesta porque no estaba en su conocimiento. Luego le puse a prueba, tratando de descubrir lo que sí podía hacer. 

Lo que fue revolucionario para nosotros fue que saliera Alexa, y Google Assistant, en español. Coincidió con el momento en el que empecé con mi empresa, Monoceros Labs, y desde entonces no hemos parado de desarrollar ideas propias y para clientes.  

El taller se enfoca en el proceso de prototipado. ¿Por qué es importante este proceso?

Lo primero sería decir que con el prototipado aprendes cuanto antes si el producto y la conversación funcionan o no. Es importante que esto ocurra pronto en el proceso: cuanto antes empieces a prototipar, antes validarás e iterarás.

Luego, es  valioso porque el sector digital está acostumbrado a ver y tocar cosas. Todo es tangible o visual, pero las aplicaciones de voz son muy abstractas. Un prototipo nos permite bajarlo a tierra, dar a conocer el concepto y contrastarlo, porque puede que dos personas estén pensando en soluciones distintas, aunque respondan al mismo problema.

Eso también es importante: podemos empezar a tener conversaciones con el cliente sobre diferentes aspectos, desde la personalidad al diseño sonoro. Son cosas que solo se aprecian mucho mejor en un prototipo y encaminar el producto en la dirección que debe de ir.

Otra cosa que puede aportar el prototipado es una exploración de los límites: de la tecnología, del propio producto, de los recursos, contenidos o información que hacen falta para ponerlo en marcha. 

 Con un prototipo, también podemos pasar rápidamente a validar con el usuario: esto va de tener conversaciones, y puede que la conversación en nuestra cabeza vaya por un camino, pero en la del usuario vaya por otro. De un vistazo nos da la medida de la envergadura o del alcance que eso podría construir.

¿Hay alguna vez que en la fase de prototipado haya cambiado el rumbo de un proyecto?

Sí, totalmente. Nos permite darnos cuenta de que la dinámica de una conversación no encaja con el producto, de que el usuario tarda demasiado en contestarnos porque hay mucha carga cognitiva en la pregunta, o que el enfoque no es el adecuado: quizás haga falta otros métodos de interacción (como el visual) como apoyo.

Pero no todo va de encontrar y solucionar problemas: hay momentos en los que al tangibilizar y jugar con la expresión sonora encuentras que esa idea que tenías, funciona. Y ahí es donde el prototipado te da alas.